Comunicación presentada en el

XXI Congreso Nacional de Vexilología
Logroño – 2006

 

LA NUEVA BANDERA DE BARCELONA (y III)

Sebastián Herreros Agüí

 

 

Desde 1996 hasta 2004 Barcelona tuvo siete banderas oficiales; creo que es un triste record. No obstante, nuestra función de vexilólogos es también la de dejar la exacta crónica de los hechos que vivimos para que pueda servir de estudio a las generaciones venideras.

 

Esta es la tercera crónica del relato que comenzó en Cuenca en 1996, continuó en Guadalajara en 1997 y finaliza hoy en Logroño prácticamente un par de años después de que la “nueva bandera de Barcelona” volviera a ser la “de toda la vida”.

 

Para el análisis del proceso que finalizó con la adopción de la bandera de fondo amarillo, me remito a la comunicación presentada en Cuenca y publicada en el Banderas 67-68 de Junio de 1996.

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                    

                                                                  R (P 485) / Y (P 121)

 

I

Igualmente, en el Banderas 71-72 se publicó la segunda parte de esta crónica que entonces finalizó con la aprobación de una bandera municipal, otra de uso festivo y una bandera de balcón.

 

 

 

 

 


                                                                       R(P.186)

 

 

 

 

R(P. 186) / W / R(P. 186) / R(P. 485) / Y(P. 123)                   R(P.186) / W / R(P.186) / B(P.2727)

 

                                         R(P.186)

                                     R(P.186) / W / R(P.186) / B(P.2727)

 

Empecemos ahora la crónica de los hechos acaecidos desde el 20 de Diciembre de 1996 hasta el 19 de Abril de 2004.

 

El 27 de diciembre se publica en el DOGC el acuerdo inicial de aprobación de la nueva bandera y se abre el período de exposición pública que acabará el 1 de febrero de 1997. La realidad es que la ciudadanía sigue desconcertada. En la ciudad se exhiben todos los modelos de bandera, la antigua cuarterada, la amarilla y la nueva con el símbolo sobre los cuatro palos. Para mayor confusión, también se aprueba una bandera festiva que era aquella con fondo azul que se rechazó en septiembre.

 

Vuelta a empezar. La fachada del Ayuntamiento exhibe inmediatamente la nueva bandera. Los vexilólogos, que nos fijamos en los detalles, tratamos de descifrar dimensiones, proporciones y colores. El primer modelo izado es diferente del que luego aparecerá en la "Normativa gráfica".

 

El 3 de febrero el Consell local de Barcelona de CDC critica el voto favorable que su partido dio a la nueva bandera.

 

Un Pleno municipal de principios de marzo rechaza todas las alegaciones presentadas durante el período de exposición pública y aprueba definitivamente las nuevas banderas. Todavía, en cambio, no se ha iniciado el expediente para su legalización en la Direcció General d'Administració Local pues existen diferencias de criterio en cuanto a la viabilidad legal de los diseños aprobados. Por lo tanto, reaparece la necesidad de "pactar".

 

Otra vez la revista “La Municipal de Barcelona”, en su número de marzo-abril de 1997, se hace eco de los nuevos símbolos aunque de una forma más escueta a través de la información de la aparición de la Normativa gràfica de l’Ajuntament.

        

 

El Ayuntamiento ejecuta una potente campaña de difusión de la “bandera institucional” distribuyendo gratuitamente 3.500 banderas; el resultado obtenido es parcial, ya que en los balcones de la ciudad en la Diada de Sant Jordi se ven unas cuantas “banderas nuevas”, sin embargo, en el conjunto de la ciudad predomina la tradicional Senyera.

                                              

 

Hacia finales de abril se presenta el expediente a trámite. El informe de la Secció Històrico-Arqueològica de l'Institut d'Estudis Catalans es preceptivo pero no vinculante. Con el reglamento en la mano, las nuevas banderas son bastante inaprobables, así que el "informe" es desfavorable. ¿Qué hacer, mantener in eternum la polémica o buscar un punto de acuerdo? El Ayuntamiento aduce la aprobación por unanimidad de los símbolos frente al estricto cumplimiento de la letra. Por fin, Manuel Castellet, presidente del Institut d'Estudis Catalans, consigue que el dictamen no sea completamente negativo y abre una vía de posibilidad a la legalización (27 de junio de 1997). El 1 de julio se da a conocer un acuerdo entre la Generalitat y el Ayuntamiento para aprobar las banderas. Por fin, el 28 de julio, la Direcció General d'Administració Local del departament de Governació de la Generalitat de Catalunya, comunica al Ayuntamiento la legalización de la nueva enseña y su inscripción en el registro de símbolos de las administraciones locales.

 

Con este acuerdo se pone fin a una larga polémica, pero no contenta demasiado a nadie. Varios partidos políticos (ERC, PI, UDC y CDC)  anunciaron que volverían a plantear el tema de la bandera en las elecciones municipales de 1999.

 

Las características técnicas de las nuevas banderas, indicadas en la Normativa gràfica de l'Ajuntament, son:

 

Bandera institucional

 

- Proporción,  2x3

- Campo dividido en 9 palos verticales iguales alternados, cinco amarillos (P. 123) y cuatro rojos (P. 485).

- Símbolo en forma de cairó (cuadrado en punta), centrado sobre el campo, de una altura de 7/9 de la altura de la bandera, de color rojo (P. 186) sobre blanco.

 

Bandera festiva y promocional

 

- Proporción,  2x3

- Campo de color azul (P. 2727)

- Símbolo en forma de cairó (cuadrado en punta), centrado sobre el campo, de una altura de 7/9 de la altura de la bandera, de color rojo (P. 186) sobre blanco.

- Al palo, un segmento de círculo que arranca y acaba a 1/108 = [1/4 x 1/27] de la altura de la bandera, de los vértices superior e inferior y de una anchura máxima en el centro de 5/108  = [(1/4 x 1/27) + 1/27) de la altura de la bandera, de color rojo (P. 186)

 

Bandera festiva versión balcón

 

- Proporción,  1x1

- Campo de color azul (P. 2727)

- Símbolo en forma de cairó (cuadrado en punta), centrado sobre el campo, de una altura de 7/9 de la altura de la bandera (sin contar el segmento superior) de color rojo (P. 186) sobre blanco.

- Al palo (superior), un segmento de círculo que parece que arranca y acaba en los vértices derecho e izquierdo de la bandera, de color rojo (P. 186)

 

Cabe indicar que la "bandera institucional" presenta dos tonos de rojo superpuestos −no recuerdo otro caso en el mundo− y que el uso de la bandera festiva en sus dos versiones ha sido prácticamente nulo.

 

En septiembre de 1997 el alcalde Pascual Maragall renuncia a la alcaldía tal como había anunciado unos meses antes y se instala un tiempo en Roma; todo ello en un plan estratégico de cara a las elecciones tanto municipales como autonómicas que habían de celebrarse en 1999. El consistorio barcelonés elige como nuevo alcalde a Joan Clos quien tendrá que enfrentarse a la nueva polémica sobre los símbolos de Barcelona reabierta durante las elecciones municipales de 1999 y verá su desenlace definitivo en 2003.

 

En el primer mitin de campaña, el candidato de CiU, Joaquim Molins, olvidándose de los pactos de 1996, reclamó la recuperación de la bandera cuartelada “la auténtica como capital de Catalunya” según sus propias palabras. No obstante, el tema de la bandera no fue crucial en las elecciones; se renovó la misma mayoría que gobernaba la ciudad (PSC + ERC + ICV) y la mayoría de los ciudadanos siguió “pasando” de los símbolos municipales. En unas imágenes de las Festes de la Mercè de 2002 vemos el “sello oficial” en el repostero que cuelga del balcón, un viejo escudo con dos palos en la mesa del salón del Consell de Cent y la novedad del banderín del escuadrón de la guardia montada (sin caballos y marchando a pie). Este banderín no he sabido encontrarlo en ningún reglamento ni normativa de diseño.

 

  

 

El 4 de abril de 1998, ERC y unos días después la Societat Catalana de Genealogía, Heràldica, Sigil·lografia i Vexil·lologia (SCSHSV), presidida por Armand de Fluvià, iniciaron un recurso en contra de los acuerdos de aprobación de las nuevas banderas. La justicia es lenta pero implacable y así, el 26 de julio de 2002, la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña pronunció la Sentencia Nº 614/2002 en el recurso contencioso-administrativo nº 1254/1997 interpuesto por la SCGHSV contra el Ayuntamiento de Barcelona. En ella, después de enunciar los “antecedentes de hecho” y referir los “fundamentos de derecho” la sala emite su “fallo”:

“1º.- Estimar el presente recurso y, en consecuencia, declarar no ajustados a Derecho y anular los acuerdos impugnados del Consejo Plenario del Ayuntamiento de Barcelona de 17 de mayo de 1996 y de 7 de febrero de 1997, mediante los que se aprobaron, respectivamente, el “sello oficial” y el “símbolo”, así como las banderas oficial y festiva de la Ciudad”.

 

Básicamente el fallo se fundamenta en el no cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 8/1987, de 15 de abril, Municipal y de Régimen Local de Cataluña, y en el Reglamento de los símbolos de los Entes locales de Cataluña, aprobado por Decreto 263/1991, de 25 de noviembre de 1991 “cuya interpretación y aplicación debe hacerse”.

 

Inmediatamente, el 31 de julio, el Ayuntamiento emite un comunicado:

L'Ajuntament de Barcelona ha rebut la sentència del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que tracta dels acords dels Consells Plenaris del 17 de maig de 1996 i del 7 de febrer de 1997 respecte els símbols de la ciutat: el segell, la bandera i símbol. 

Davant la decisió del tribunal d'anul.lar els acords per raons formals o de procediment, cal destacar en primer lloc que la Carta Municipal de Barcelona ha donat validesa als acords, ja que la pròpia sentència declara que la llei de Barcelona -de rang superior al reglament que motiva l'anul.lació- estableix quina és la bandera de la ciutat de manera coincident amb el que determinaven els acords municipals. 

La legalització més evident, en últim terme, deriva de la Carta Municipal, aprovada per la llei 22/1998 del Parlament de Catalunya, de 30 de desembre, la qual conté la regulació directament aplicable als símbols de la ciutat. 

D'altra banda, i pel que fa a les qüestions formals, l'Ajuntament, un cop aprova en el plenari la bandera, el segell i el símbol, els va trametre a la Generalitat, la qual els va legalitzar. Els Serveis Jurídics de l'Ajuntament de Barcelona demanaran aclariments al Tribunal sobre la resolució adoptada”.

 

Al conocerse la sentencia los símbolos de Barcelona vuelven a las portadas de toda la prensa de la ciudad.

 

  

  

A la vuelta del verano, el primer partido de la oposición que en su día pactó los símbolos anulados, ante la indecisión del equipo municipal, contraataca:

                

 

El 13 de noviembre el Ayuntamiento de Barcelona presenta un

“… escrito para promover incidente de inejecución parcial, por imposibilidad legal, de la sentencia dictada en este recurso, solicitando que se dictase en su día resolución por la que, estimando dicho incidente en base a la contradicción, que se alegaba, de dicha sentencia con la Carta Municipal de Barcelona, aprobada con posterioridad a la fecha en que se dictaron los actos recurridos en este procedimiento, se declarase: que el contenido del sello municipal aprobado por el Ayuntamiento en ningún caso podía utilizarse como escudo, por no haberse seguido el procedimiento establecido para la aprobación de éste y sí, en cambio, como sello municipal, para cuya aprobación no establecen las normas ningún procedimiento especial para cuya aprobación no establecen las normas ningún procedimiento especial; y que la Carta municipal de Barcelona aprobó la bandera y el símbolo de la ciudad, por lo que el único trámite necesario para ejecutar la sentencia será su remisión a la Generalitat de Catalunya para su inscripción en el Registro de los Entes locales”.

 

El 19 de junio de 2003, el Tribunal acuerda:

“Desestimar el incidente de imposibilidad legal de ejecutar en parte la sentencia dictada en estos autos el 26 de julio de 2002, que formula la representación del Ayuntamiento de Barcelona. Requiérase a la Corporación demandada a fin de que proceda al cumplimiento de dicha sentencia, absteniéndose de utilizar en lo sucesivo los símbolos que fueron aprobados en virtud de los acuerdos anulados por dicha sentencia, y comunicando a esta Sala las medidas adoptadas para la ejecución de lo resuelto”.

 

El 28 de junio, la prensa se hace eco de la decisión del alto Tribunal

 

  

 

El 31 de julio de 2003 el alcalde Joan Clos acata la sentencia, retira la bandera y adopta la Senyera como bandera provisional de la Ciudad. La nota de prensa dice:

“L'alcalde de Barcelona, Joan Clos, ha reunit aquest matí els presidents dels diferents grups municipals i ha anunciat l'adopció provisional de la bandera catalana, la senyera amb les quatre barres. com a bandera de la ciutat , en substitució de la bandera que fins ara s'ha utilitzat oficialment. La mesura és temporal fins el moment en que -d'acord la tramitació prevista per la llei- el plenari del Consell Municipal aprovi una bandera de Barcelona amb caràcter definitiu. Així ho ha anunciat el mateix alcalde després de reunir-se amb Jordi Portabella, president del grup d'Esquerra Republicana, Imma mayol, presidenta del grup municipal d'Iniciativa per Catalunya-Verds; Xavier Trias, president del grup municipal de Convergència i Unió i Alberto Fernández, president del grup municipal del Partit Popular. La d'aquest matí ha estat, de fet, la primera reunió de la comissió encarregada d'abordar la qüestió dels símbols de la ciutat, comissió creada per acord del Consell plenari en la sessió celebrada el dia 17 de juliol passat.

A la sortida de la reunió, l'alcalde ha explicat que els representants dels diferents grups municipals estan d'acord en fer els procediments necessaris per tal de adequar i aprovar com Escut de la ciutat l'actual segell oficial. Clos ha anunciat també que el l'actual símbol que utilitza l'Ajuntament com a imatge corporativa passarà a ser l'Emblema, d'acord amb el que preveu la legislació de la Generalitat en aquest terreny. "D'aquesta manera -ha explicat Clos- volem minimitzar els efectes i trasbalsos que puguin representar l'adaptació dels símbols de Barcelona a les disposicions de la sentència" 

La solució definitiva de la bandera queda pendent del treball de la Comissió formada pels presidents dels grups municipals a partir, segons ha explicat Joan Clos, de que es disposi dels informes tècnics corresponents. Clos ha expressat la seva intenció de convocar una nova reunió de la Comissió per abordar aquesta qüestió en les primeres setmanes de setembre "per tal de resoldre el més ràpidament possible la situació actual" 

Així doncs, l'alcalde ha signat un decret per tal que, de manera immediata i en compliment de les resolucions judicials sobre els símbols de la ciutat, la bandera catalana ocupi el pal que correspon a la bandera a la ciutat a la seu central de l'Ajuntament i a les seus dels 10 districtes.

 

Al día siguiente, 1 de agosto de 2003, la prensa vuelve a hacerse eco de los acontecimientos.

 

 

Otra vez pasa el cálido verano de 2003. Los políticos municipales siguen “pactando”. No hay salida, el Alcalde preferiría legalizar la bandera de 1997 pero esta vez ERC y CiU se muestran firmes en su decisión de recuperar los símbolos tradicionales (modelo 1906) y el PP preferiría recuperar la bandera de 1942 (Avui, 18/12/2003)

 

El 17 de diciembre de 2003, la Alcaldía emite un comunicado con el acuerdo de la Junta de Portavoces:

“La Junta de Portaveus dels grups municipals ha acordat aquesta tarda presentar al Plenari Municipal del proper dilluns dia 22 una moció sobre els símbols de la ciutat. La moció es presentarà com a conseqüència de les converses mantingudes entre l'alcalde Joan Clos i els presidents dels grups municipals de l'Ajuntament de Barcelona. L'acord, a l'espera de resoldre alguns detalls menors, permetrà la resolució definitiva del debat sobre els símbols de la ciutat de Barcelona. 

La moció aprova els criteris bàsics per l'establiment dels Símbols de la Ciutat en els següents termes: l'escut es mantindrà igual com fins ara, amb la incorporació de la corona reial. 

La bandera incorporarà els quatre pals vermells als quarters superior dret i inferior esquerre sobre fons groc, i la creu de Sant Jordi als quarters superior esquerre i inferior dret sobre fons blanc. Es tracta de la bandera aprovada pel Consell Plenari a principis del segle XX i que ha estat la referència dels historiadors i els heraldistes. 

L'emblema, per ús dels serveis municipals, partirà de l'actual Símbol, amb les lleugeres adaptacions gràfiques que es puguin convenir”.

 

La sesión plenaria de 22 de diciembre de 2003 acuerda:

1r) APROVAR els criteris bàsics per a l'establiment dels símbols de la Ciutat, d'acord amb els principis següents:

-         Els símbols representatius de la ciutat de Barcelona seran l'Escut i la Bandera. A més la ciutat es dotarà d'un emblema com a símbol distintiu.

-         - L'Escut de la Ciutat es mantindrà caironat i dividit en quatre quarters, que incorporaran quatre pals vermells als quarters superior dret i inferior esquerre, i la Creu de Sant Jordi als quarters superior esquerre i inferior dret.

-         - L'Escut anirà timbrat amb la corona reial.

-         - La Bandera oficial de la Ciutat serà quarterada, i incorporarà quatre pals vermells als quarters superior dret i inferior esquerre sobre fons groc, i la Creu de Sant Jordi als quarters superior esquerre i inferior dret sobre fons blanc.

-         - L'Emblema d'ús dels serveis municipals partirà de l'actual "Símbol", amb les adaptacions gràfiques que es puguin convenir.

 

2n) FACULTAR l'Alcaldia per prendre les mesures oportunes, a fi de garantir l'efectivitat de l'acord adoptat, per tal d'iniciar el procediment d'aprovació dels símbols de la Ciutat, i d'establir el corresponent reglament d'usos.


El Sr. ALCALDE agraeix especialment als diversos Grups municipals que s’hagi pogut arribar a un acord sobre els símbols de la Ciutat.

El President de la Comissió de Cultura, Educació i Benestar Social, Sr. MASCARELL, destaca la importància que aquesta moció sigui signada per tots els Grups municipals, perquè ve a posar fi a un període d’una certa provisionalitat i donarà forma a la simbologia definitiva de la Ciutat, que podrà perdurar en els temps, ja que aprova els criteris perquè la Ciutat tingui l’escut, la bandera i l’emblema basats, per igual, en la tradició històrica, la Ciència heràldica, l’adaptació al temps i els nous usos de la comunicació. 

Concreta que: l’escut de la Ciutat serà similar al que porten els membres del Consistori en la solapa, però timbrat amb la corona reial; la bandera serà quarterada i incorporarà la Creu de Sant Jordi, els quatre pals vermells sobre fons grocs, de manera que es fonamentarà en la que fou aprovada per aquest Ajuntament el 1906 i inequívocament vigents fins al 1942, i si bé sobre alguns dels elements que la podrien composar hi ha opinions ben variades, perquè concretament el debat històric i heràldic sobre el nombre de pals permet totes les possibilitats, l’opció finalment triada és la millor; finalment l’emblema d’us dels serveis municipals partirà del símbol actual amb les adaptacions gràfiques que siguin necessàries per a modernitzar-lo i convertir-lo en marca identificadora de tots els serveis públics de la Ciutat.

Posa en relleu que amb tals criteris bàsics Barcelona relliga el seu present amb la tradició dels Comtes sobirans de Barcelona, amb els seus drets històrics a lluir els quatre pals, amb els fonaments més científics sorgits de la heràldica i de la història i amb el marc legal, i reflecteix, alhora, la seva voluntat d’innovar i d’adequar-se als temps presents: per tant, la Ciutat reafirma la seva condició i convicció de Cap i Casal i capital de Catalunya, els seus símbols col·lectius que ben aviat seran part del sentiment col·lectiu de comunitat, compartit per tota la ciutadania, i, igualment, la moció explicita la voluntat de tots els partits polítics presents en aquest Plenari de tirar endavant les qüestions importants per la via del consens i del diàleg, i la idea que la decisió que es pren no és la victòria de ningú, sinó la de tots.

El Sr. TRIAS expressa la seva satisfacció perquè tots els Grups municipals s’hagin posat d’acord a restituir a la Ciutat els seus símbols, el seu escut i la seva bandera, ja que això és un èxit de tots i tanca un episodi de la història recent del qual hom no pot sentir-se gaire orgullós, encara que sí del fet que s’hi posi punt final per unanimitat.

Agraeix a la Societat Catalana de Genealogia, Heràldica, Sigil·lografia, Vexil·lologia i Nobiliària la seva tenacitat a aconseguir el canvi dels nostres símbols; i no creu que sigui ara el moment de fer història de les causes del conflicte i de la manera com s’ha complert la sentència judicial, però sí de reconèixer que, en el seu dia, la voluntat de consens portà al Consistori a equivocar-se –per això ara caldrà modificar la Carta Municipal– i a deixar insatisfetes moltes persones, entre les quals es compta ell, perquè no es va saber comprendre que hi ha símbols que són expressió d’una història, d’una identitat i d’uns sentiments que s’han de valorar d’una manera molt especial i això és més important que la consecució d’un consens que deixi mal sabor de boca.

Es congratula, doncs, de la recuperació d’uns símbols que representen Barcelona, capital de Catalunya, i fan que avui tot el Consistori se senti aplegat sota l’ombra d’una mateixa bandera.

El Sr. FERNÁNDEZ DÍAZ, després d’agrair la informació que el Sr. Mascarell li ha facilitat sobre els estudis de què disposava l’Ajuntament en relació als símbols de Barcelona, i el tarannà obert que han mantingut el Sr. Alcalde i els Presidents de tots els Grups municipals, fet que demostra que quan hi ha voluntat de diàleg, l’acord és obligat, significa que el seu Grup mai, ni abans ni ara, no ha polemitzat en relació a cap bandera, escut o emblema de la Ciutat perquè, a juí seu, la polèmica sobre els símbols no figura entre les prioritats de la ciutadania de Barcelona i la controvèrsia sobre tal qüestió hauria estat tan estèril com innecessària; que hi havia diverses opcions per a configurar els símbols de la Ciutat, totes elles legítimes i amb unes arrels històriques centenàries, perquè la història està farcida de senyals d’identitat de la nostra Ciutat amb dos, tres i quatre pals i n’hi ha exemples de tots ells en aquest mateix saló; i que, en tot cas, el seu Grup troba absurd que Barcelona no tingués, des de fa cinc mesos, i encara en poden passar alguns més, bandera oficial, igual com li sembla absurd que el 1996 la Ciutat tingués en quatre mesos tres banderes diferents.

Espera que aquesta bandera que avui s’adopta sigui la definitiva i sigui la de tots.

La Sra. MAYOL celebra, en primer lloc, l’acord sobre els símbols i la manera com s’ha assolit, amb rigor, seriositat i discreció, ja que la ciutadania no hauria entès que s’hagués perdut temps amb picabaralles al voltant dels símbols de la Ciutat; i pensa que l’actitud adoptada pel Sr. Alcalde i pels Presidents de tots els Grups municipals ha ajudat a aconseguir-ho.

Precisa, en segon lloc, que per a la gent d’Iniciativa per Catalunya Verds – EU i A els símbols de la Ciutat havien de compaginar el rigor històric i l’adequació a realitat present, i per tant calia trobar un emblema o marca corporativa capaç de comunicar amb la gent d’avui i d’identificar els serveis municipals.

Subratlla, en tercer lloc, que els símbols de la Ciutat han d’ésser producte de l’acord i, per tant, assolir la unanimitat era un objectiu polític del seu Grup en el qual es posà a treballar des del primer moment.

El Sr. PORTABELLA es congratula de l’acord que és a punt d’adoptar-se, perquè el seu Grup dóna molt valor al fet que l’acord sobre els símbols de la Ciutat, que tenen molta importància, es pugui prendre amb el vot favorable de tots els Grups municipals, i està convençut que fou encertada l’estratègia seguida per la seva formació política a partir de la base que es tractava d’una qüestió que no volia soroll, de manera que calia ser discrets, però ferms i també constants i clars i esperar, alhora, l’evolució lògica de les coses.

Recorda que, com pot constatar-se seguint la cronologia dels fets en qualsevol hemeroteca, Esquerra Republicana de Catalunya ha mantingut una posició coherent sobre la bandera de Barcelona i, per tant, mai no votà a favor de cap altra bandera que no fos la que avui es presenta i a la qual no s’hauria pogut arribar sense la participació tenaç de molts regidors d’aquest Consistori.

Remarca que, en definitiva, la bandera que avui s’aprova és la que era vigent a la Ciutat des de 1906 i que la repressió franquista arraconà el 1942: per tant, avui es rehabilita, un cop més, la memòria històrica de la nostra Ciutat, del nostre país i de la seva capital.

El Sr. ALCALDE reitera el seu agraïment pel consens assolit en una qüestió que té tanta rellevància en tractar-se dels símbols que representen Barcelona i la seva ciutadania: per tant, es ret un bon servei als barcelonins i barcelonines aprovant, per unanimitat, aquests nous símbols, que faran necessari introduir una petita adaptació en la Carta Municipal.

Demana, doncs, que es procuri compartir aquesta alegria i mirar al futur amb il·lusió, amb empenta i, ara, amb uns nous símbols que compten amb el suport de tots els membres del Consistori.

S’APROVA, per unanimitat, la moció.

 

Después del período de exposición pública, la recuperada simbología de la Ciudad es aprobada definitivamente en la Sesión Plenaria del 6 de abril de 2004:

“M 1.-APROVAR definitivament l'Escut i la Bandera de la Ciutat, d'acord amb la descripció següent:

L’Escut

L'Escut de la ciutat de Barcelona serà caironat, constituït per la Creu de Sant Jordi, la Creu plena de gules sobre camp de plata, i pel signe de Catalunya, els quatre pals de gules sobre camp d'or, i s'alternaran ambdós signes en cadascun dels quarters que l'integren. Per timbre ostentarà la Corona reial, atesa la condició que tenia de sobirà el Comte de Barcelona, de conformitat amb les especificacions tècniques contingudes a l'expedient.

La Bandera

Es recupera la Bandera heràldica que va ser aprovada en sessió del Consell Plenari de 3 de maig de 1906, que serà apaïsada, de proporcions dos d'alt per tres d'ample (2x3), quarterada en creu, amb una creu plena vermella, de gruix 1/18 de la llargària del drap, als quarters primer i quart, blancs; i amb nou pals iguals, cinc de grocs i quatre de vermells, als quarters segon i tercer, de conformitat amb les especificacions tècniques contingudes a l'expedient.

M 2.-1r.- ADOPTAR la iniciativa de modificar els apartats 2 i 3 de l'article 3r. i els apartats 1-d) i 3-1) de l'article 11 de la Carta Municipal de Barcelona, per adequar-lo al que disposin els acords municipals respecte de l'Escut i la Bandera oficial de la Ciutat;

2n.- APROVAR la proposta de modificació dels articles esmentats segons el redactat següent:

- Article 3, apartat 2 de la Carta Municipal de Barcelona:

"L’Escut oficial de la Ciutat s’inspira en el de Pere III el Cerimoniós".

"La Bandera oficial de la Ciutat serà quarterada i incorporarà els quatre pals vermells als quarters superior dret i inferior esquerre sobre fons groc, i la Creu de Sant Jordi als quarters superior esquerre i inferior dret sobre fons blanc".

- Article 11-1-d) de la Carta Municipal de Barcelona:

"Aprovar l’escut, la bandera i d’altres símbols distintius de la Ciutat".


- Article 11-3-I) de la Carta Municipal de Barcelona:

"Aprovar l’escut, la bandera, i d’altres símbols distintius de la Ciutat".


3r.- TRASLLADAR a la Generalitat de Catalunya aquest acord als efectes de constituir la Comissió de revisió del règim especial de la ciutat de Barcelona, integrada per representants de la Generalitat de Catalunya i de l’Ajuntament de Barcelona, als efectes de l’elaboració i proposta corresponent.

El Sr. ALCALDE es congratula que s’hagi pogut assolir, per unanimitat, una fórmula que permet a Barcelona dotar-se, atenent les consideracions de la sentència dictada pels tribunals de justícia, d’una nova bandera i d’un nou escut; i que amb aquestes mocions aquest Ajuntament doni exemple de treball eficaç i discret que, tot i les dificultats polítiques del calendari, s’ha resolt molt positivament, de manera que a partir d’ara l’expedient serà sotmès a la tramitació pertinent en la Generalitat de Catalunya: per tant, agraeix molt especialment el vot favorable de tots els Grups municipals.

El President del Grup de Convergència i Unió, Sr. TRIAS, mostra la seva satisfacció i orgull perquè els símbols de Barcelona tornin a respondre a la seva tradició, a la seva història i a la seva identitat i, sobretot, als sentiments de la gent, perquè alguna vegada la voluntat de consens porta a solucions que s’allunyen d’aquests sentiments i fa cometre errors, tanmateix aquesta vegada s’ha sabut lligar tradició, història, identitat i sentiments.

Per tant, vol expressar el seu agraïment tant a tots els Grups municipals pel seu capteniment, de fermesa en uns casos i conciliador en altres, que ha conduït a aquest èxit de tots, com a la societat catalana de Genealogia, Heràldica i Vexil·lologia i, especialment, el Sr. Armand de Fluvià i els seus col·laboradors, que han fet reflexionar els membres del Consistori.

El President del Grup del Partit Popular, Sr. FERNÁNDEZ DÍAZ anuncia el vot favorable del seu Grup des de la confiança que amb aquestes mocions es tanqui una controvèrsia que, en opinió del seu Grup, mai no s’hauria hagut de produir, perquè el disseny de la bandera i de l’escut de la Ciutat no figura entre les principals prioritats dels barcelonins i barcelonines, i perquè les diverses opcions dels dos, tres i quatre pals són totes elles legítimes i tenen arrels històriques centenàries i, per tant, són defensables totes des de la subjectivitat d’un malentès rigor històric que cadascú pot interpretar segons les seves conveniències.

Confia, doncs, que es tanqui definitivament la polèmica i Barcelona torni a tenir un escut i una bandera que mai no hauria d’haver provocat controvèrsies i que quedin superats els episodis viscuts a partir de 1996, any en què, en tan sols quatre mesos, Barcelona tingué quatre banderes diferents; i espera que la bandera que avui s’aprova sigui la definitiva i la de tots.

La Sra. MAYOL, expressa, en nom del Grup d’Iniciativa per Catalunya Verds–EU i A, la seva satisfacció pel què i pel com: perquè creu que els símbols que ara s’aproven milloren els anteriors, són respectuosos amb la història, opten per una simbologia que reflecteix una major sobirania de la Ciutat, i són capaços de comunicar en el present; i perquè hi ha hagut un diàleg tranquil, àgil i fecund entre les diverses forces polítiques, ja que entre la ciutadania ningú no hauria entès una picabaralla estèril entorn als símbols de la Ciutat.

També vol explicitar el seu reconeixement per la intensa tasca de diàleg amb tots els sectors socials, que ha portat a terme el Ponent de Cultura, Sr. Mascarell.

El Sr. PORTABELLA manifesta també la satisfacció i alegria del Grup d’Esquerra Republicana de Catalunya per la bandera i escut que es porten a aprovació i també per la contribució de tots els Grups municipals a l’acord que ara es pren, perquè si bé el seu Grup s’ha mantingut ferm en les propostes que avui s’aproven, no té cap dubte que l’acord unànime d’avui no hauria estat possible sense la participació de tots els Grups ni sense el procés previ de diàleg i negociació seguit durant mesos; i està segur que avui s’aproven la bandera i l’escut de la Ciutat i de tots els seus ciutadans i ciutadanes.

El Sr. MASCARELL significa que els símbols, els escuts i les banderes són importants en la mesura que siguin lloc d’encontre de tothom i té la impressió que l’encàrrec en aquest sentit que li féu fa uns mesos el Sr. Alcalde s’ha fet realitat gràcies a la feina de bastanta gent i, per això, vol agrair ara la contribució que hi han fet, la societat Catalana de Genealogia, Heràldica i Vexil·lologia, l’Institut d’Estudis Catalans, la Direcció General d’Administració Local i diversos dissenyadors, en ser ben conscients de la transcendència d’allò que tenien entre mans: els símbols, l’escut i la bandera, de la capital de Catalunya i principal ciutat del país, perfectament vinculats amb els seus drets històrics i amb la seva voluntat de convertir aquests símbols en senyal d’identitat i de concòrdia, i en una referència cívica i democràtica.

Subratlla que per a fer-ho possible, era necessari el pacte polític que s’ha assolit gràcies a les reunions del Sr. Alcalde amb els Presidents dels Grups municipals; i, per tant, davant de la solidesa de l’acord que avui es pren, creu que els símbols que avui s’aproven duraran, com a mínim, els propers cent anys, que és gairebé el temps que fa, –exactament noranta-vuit anys– que aquest Consistori aprovava una bandera que representà la Ciutat durant una colla d’anys.

S’APROVEN, per unanimitat, les dues mocions en debat”.

 

Siguen los trámites que legales que culminan en la publicación de los nuevos símbolos en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya del 19 de abril de 2004. La bandera, por fin, es izada el 23 de abrilcoincidiendo con la festividad de Sant Jordi, patrón de Catalunya. La foto de todo el consistorio unido mostrando a los ciudadanos su bandera y las palabras del Alcalde en el acto de izado oficial de la bandera ponen punto final al “culebrón”

 

 

Los colores de la bandera recogidos de la Normativa Gráfica son: Rojo (P.186) y Amarillo (P.1235). [vid. http://www.bcn.es/publicacions/Nova_Normativa_Grafica/]

 

Bandera de Barcelona: desde 19/04/2004

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Barcelona, mayo de 2006

 

Sebastián Herreros Agüí

 

 

Bibliografía básica

En lugar de citar la gran cantidad de artículos aparecidos en los periódicos, creo mejor cerrar esta tercera y última parte de la “Nueva bandera de Barcelona” con un repertorio de bibliografía básica útil para todo aquel que quiera profundizar en el conocimiento de los símbolos de la ciudad de Barcelona.

 

BALAGUER, Víctor: Las calles de Barcelona. 2 vols. Barcelona, 1866.

BARRIL, Joan i ONTAÑÓN, Paco: Aquell estiu del ’92. Barcelona, 1993.

BASSA I ARMENGOL, Manuel: El veritable escut de la ciutat de Barcelona. Barcelona, 1964.

BRUGUERA, Mateo. Cronicón de Barcelona. Barcelona, 1861.

CARDONA I MARTÍ, Rafael: El senyal de Catalunya a l’escut i bandera de Barcelona. Barcelona, 1995.

CARRERAS CANDI, Francesc: Geografia General de Catalunya. Vols. III i IV. Ciutat de Barcelona. Barcelona, 1912-1918.

Cartografía Mallorquina. Barcelona, 2000.

CASTELLVÍ I OBANDO, Francesc: Narraciones históricas desde el año 1700 hasta el año 1725. Fundación Francisco Elías de Tejada y Erasmo Pèrcopo. 4 vol. Madrid, 1997-202.

DOMÈNECH I MONTANER, Lluís: Ensenyes Nacionals de Catalunya. Barcelona, 1936.

DURÁN RODRÍGUEZ, Adolfo: Las banderas de Barcelona. Barcelona Vexil·lològica. 14 Congrès Internacional de Vexil·lologia. Comunicacions. Barcelona, 2001.

DURAN I SANPERE, Agustí: Barcelona i la seva història. La societat i l’organització del treball. Barcelona, 1973.

DURAN I SANPERE, Agustí (Director de l’obra): Història de Barcelona. De la prehistòria al segle XVI. Barcelona, 1975.

DURÁN Y SANPERE, Agustín: La Fiesta del Corpus. Barcelona, 1943.

GARCÍA SANZ, Arcadi: Història de la Marina Catalana. Barcelona, 1977.

GILABERT BRUNIQUER, Esteve: Ceremonial dels Magnífics Consellers y Regiment de la Ciutat de Barcelona, 5 volums. Barcelona, 1913-1916.

HERREROS AGÜÍ, Sebastián: Las banderas españolas en el Steenbergen. IV Congreso Nacional de Vexilología. Alcalá de Henares, 1989.

HERREROS AGÜÍ, Sebastià i Galan i Pla, Anna M.: Les banderes de l’onze de setembre. Vexil·la Catalana, nº 2. Barcelona, 1985.

HERREROS AGÜÍ, Sebastián: La nueva bandera de Barcelona. Comunicación presentada al XI congreso de la Sociedad Española de Vexilología, Cuenca, 12.10.1996. en Banderas nº 67-68. Madrid, junio, 1998.

HERREROS AGÜÍ, Sebastián: La nueva bandera de Barcelona (II). Comunicación presentada al XII congreso de la Sociedad Española de Vexilología. Guadalajara, 15.11.1997. en Banderas nº 71-72. Madrid, junio, 1999.

Llibre de les Solemnitats de Barcelona. Vol I, 1424-1546, Barcelona, 1930. Vol II, 1564-1719, Barcelona, 1947.

PÉREZ BASTARDAS, Alfred i SCHOLZ, Víctor: El Govern de la ciutat de Barcelona. Barcelona, 1986.

Portolans procedents de col·leccions espanyoles. Segles XV-XVII. Barcelona, 1995.

RIQUER I PERMANYER, Borja de (Director de l’obra): Història. Política, Societat i Cultura dels Països Catalans. 12 volums + cartografia. Barcelona, 1996-2000.

RIQUER, Martí de: Heràldica catalana des de l’any 1150 al 1550. Barcelona, 1983.

SAGARRA, Fernando de: Divisa heráldica de Barcelona. Anuario Estadístico del Ayuntamiento de Barcelona. Barcelona, 1906.

SANS I TRAVÉ, Joseph Maria: Dietaris de la Generalitat de Catalunya. 1411-1714. 10 volums. Barcelona, desde 1994.

SOBREQUÉS I CALLICÓ, Jaume (Director de l’obra): Història de Barcelona. 8 volums + cartografia. Barcelona, 1991-1997.

UDINA I MARTORELL, Federic: L’escut de la ciutat de Barcelona. Barcelona, 1979.

UDINA, Federico y GARRUT, José María: Barcelona, dos mil años de historia. Barcelona, 1963.

Varis autors: L’Exposició del 88 i el nacionalisme català. Barcelona, 1988.

Varios autores: La Exposición de 1888 y la Barcelona de Fin de Siglo. Barcelona Metrópolis Mediterrània. Cuderno centran núm 10.

 

_________________________________________________________________________________________________________________________